Calidad al cubo
Los enormes esfuerzos que Iveco ha realizado en los últimos años por competir en igualdad de condiciones con los otros fabricantes están dando sus frutos, y el nuevo Stralis es una buena prueba de ello.
Desde la casa italiana Iveco insisten en que con la nueva gama Iveco Stralis se ha pretendido aumentar la calidad de vida del conductor con una cabina de mayor tamaño y con acabados más acordes a las necesidades actuales de trabajo. El primer modelo de esta gama en pasar por nuestro banco de pruebas, es la versión Active Space.
En principio la denominación elegida para la versión más alta de la gama fue “Cube” pero debido a problemas de registro es muy probable que este nombre sea sustituido por el de“Stralis al Cubo” y no cabe duda que sería acertada, dadas las mejoras que han introducido en el espacio de descanso y que las dimensiones de la cabina le dan una forma, prácticamente, cúbica.
En cuanto a la motorización, de todas los moldeos de la familia Cursor, este vehículo para la gran ruta equipa la versión Cursor 13, que fue presentado en el año 2000, y que ha dado muchas satisfacciones al constructor italiano, registrando ya diversas remodelaciones que lo han convertido en lo que es ahora.
Una de las más importantes, sin duda, fue el paso de camiones Euro 3 a la actual normativa. El modelo probado estaba capacitado para cumplir con la norma Euro 5, que han conseguido alcanzar aplicando la tecnología de SCR. Con este método se hace necesario el repostaje de urea, producto con el que se logra una reducción de gases contaminantes en un catalizador situado en el escape del vehículo.
Otro de los elementos con los que contaba el Stralis probado es el cambio Eurotronic de doce marchas, con la palanca de velocidades situada en la caña del volante y los mandos de órdenes a través de tres botones situados en el salpicadero central.
Más habitabilidad
Al acercarnos a este Iveco Stralis AS 440 S50T/P podemos empezar a observar algunos cambios en el exterior, como el nuevo diseño de su calandra. La rejilla ahora está compuesta de tres barras horizontales y ha cambiado el logotipo del fabricante, dejando más espacio entre este y el del modelo para que el cliente pueda poner su marca.
Lógicamente, el fabricante italiano ha tenido en cuenta tanto las necesidades del transportista como del conductor a la hora de diseñar el nuevo Iveco Stralis, pero es este último el que notará mucho estos cambios ya que facilitarán su trabajo y mejorarán la calidad del descanso. En el primero de estos dos casos un claro ejemplo es la disposición de los controles diarios agrupados debajo de la calandra o el acceso a los cofres exteriores con puertas de mayor tamaño y de más fácil apertura.
El aspecto frontal del Iveco Stralis AS 440 S50T/P, manteniendo la imagen de marca, ha gozado de un restyling con un parachoques, de aspecto más impactante, del que forman parte los nuevos faros, más compactos y agrupados que en ediciones anteriores. El techo es otro de los elementos que han cambiado y que remarcan ese aspecto más cúbico que antes reseñábamos.
El gran beneficiado de todos estos cambios será el piloto, ya que donde encontramos más novedades es en el interior. En el puesto de pilotaje se nota una mayor amplitud para prepararnos para la conducción, debido a que el desplazamiento longitudinal del asiento ha aumentado en 40 mm.
Todos los mandos están situados a una distancia adecuada aunque desde nuestro punto de vista los tres botones situados en el salpicadero para alternar los programas del cambio deberían estar un poco más cercanos, quizá el volante hubiera sido una buena opción.
Siguiendo con el volante, que ahora es de nuevo diseño, tiene una serie de botones situados en el mismo para controlar el aparato de música y el ordenador de a bordo, se podría haber aprovechado más esta opción instalando también en el volante alguno de los mandos para los automatismos, sobre todo los más utilizados.
No queremos dejar de remarcar el cómodo sistema del que dispone este Stralis para la colocación de los espejos.
Al bajarnos del camión nos damos cuenta de un detalle que es muy útil. Cuando quitamos el contacto el asiento pierde la presión de forma automática sin necesidad de tocar ninguna tecla, lo que facilita mucho el acceso y el abandono del puesto de conducción. Evidentemente, al poner de nuevo el contacto el asiento vuelve a la última posición guardada en memoria.
El espacio es bastante más notable que en modelos anteriores, ahora esta cabina es más larga y más alta y esto supone un aumento de volumen útil de 1,8 m3. Con tanto espacio es posible no montar la litera inferior y sustituirla por una sala de descanso, como ocurría en el vehículo probado. La litera superior que en este caso es la considerada principal, tiene un mayor tamaño y lo más importante, los tapizados, colchones y el nuevo somier de láminas aportan una mayor calidad al descanso.
Antiguo conocido
Como ya decíamos, para la motorización de este Stralis Iveco ha recurrido al ya clásico Cursor 13. Una arquitectura de seis cilindros en línea con pistones que tienen un diámetro de 135 mm y desarrollan una carrera de 150 mm. Con este desplazamiento volumétrico el Cursor 13 ofrece un cubicaje de cerca de trece litros. La potencia máxima que rinde este grupo impulsor es de 500 CV ya desde las 1.525 vueltas y hasta las 1.900. El par motor máximo que nos entrega este propulsor es de 235 mkg (2.300 Nm), y lo hace entre las 1.000 y 1.525 r.p.m.
La zona económica del cuentavueltas está establecida entre las 1.100 y las 1.500 revoluciones, por lo que si tenemos en cuenta que este Stralis hace el crucero sobre los 1.300 giros tenemos un motor que rueda a un régimen idóneo para un consumo contenido, lo que constatamos durante nuestra prueba, pero siempre cerca de la zona de máxima potencia por si fueran necesarios los caballos en algún momento, y sin perder de vista el área idónea para exigir máximas prestaciones en bajas, que dado su elevado par la encontramos en la parte inferior de la zona económica.
Otro de los elementos que contribuyen con su trabajo a mejorar las prestaciones es el turbo de geometría variable (VGT). El hecho de que la pared del turbocompresor sea móvil permite ajustar la cantidad de masa de aire a las vueltas del motor. De esta forma se aprovecha más el turbo en todo el espectro de revoluciones.
La buena respuesta de este grupo propulsor no sólo se hizo notar al llanear y en los ascensos, gracias al freno motor ITB (Iveco Turbo Brake) los descensos se realizan con seguridad gracias a los 415 CV de poder de frenado que nos ofrece este mecanismo.
Su manejo es muy sencillo y se realiza a través de la palanca del cambio situada a la derecha del volante. Tiene tres posiciones que permiten desconectar el freno motor, la primera de ellas, la segunda lo hace actuar a máximas prestaciones y en la última además interactúa con el Eurotronic, reduciendo marchas hasta alcanzar la zona óptima del régimen.
Sin duda el freno hidroneumático es mucho más efectivo, pero las excelentes prestaciones del ITB, menor peso y precio más contenido pueden ser razones suficientes para elegir este freno motor para algunos tipos de transporte. La geometría variable del turbo también pone su granito de arena para mejorar las prestaciones del freno de descompresión de Iveco.
El Stralis probado estaba equipado con la última evolución disponible del cambio Eurotronic, con la palanca del cambio situada en la caña del volante. Con este mando podemos decidir el momento en que se va a realizar el cambio con un movimiento de palanca, aunque para ello debemos actuar sobre los botones situados en el salpicadero central. Son tres y nos permiten engranar la marcha atrás, el punto muerto o cambiar el sistema a actuación semiautomática.
Los dos primeros no son utilizados de forma continuada, pero un conductor activo puede utilizar en muchas ocasiones la opción de bloquear el cambio y realizar él las variaciones de marcha a través de la palanca. Para este caso el botón se nos antoja un poco incómodo. Si utilizamos el cambio, normalmente, en automático no notaremos esta lejanía ya que no se hace necesario actuar sobre dicho botón.
En definitiva, un camión pensado para el conductor, porque tanto la comodidad activa, es decir, el manejo de los distintos elementos de gestión del vehículo, como la comodidad pasiva, asientos, habitabilidad y confort, se sitúan en un nivel excelente. Pero este vehículo también dejará satisfecho al empresario, por los buenos consumos que desarrolla y los bajos costes de mantenimiento.
La imagen, el confort y las prestaciones dan a este Iveco Stralis AS 440 S50T/P una nota de “calidad al cubo”.